
Ayer me hablo mi
jefe para pedirme de favor que tenía que hacer el poster del
dia del niño y de las madres para uso interno, y como año con año, yo soy la feliz afortunada en realizarlo como siempre con el típico
"Lo quiero para ayer". Ya me aventé los de
navidad, los de las posadas y alguno que otros extras, año con año.
No es que me esté quejando, al contrario, estoy agradecida de que habiendo un departamento para eso, me lo pidan a mi. Lo que pasa es que aunque es un trabajo que si me gusta hacer y que debería de ser un halago lo siento como un
castigo.

Todo se lo debo a uno de mis
traumas infantiles. Cuando estaba en
4to año de primaria, en vez de sociabilizar con el mundo infantil en mi hora del recreo, las
monjas no me dejaban salir porque me ponían hacer con botes de leche el Edificio del
Ateneo Fuente,
(Foto) y mientras mis compañeras jugaban o comían su lonche, yo me la pasaba adentro del salón pegando y tratando de crear algo
arquitectónico cuando ni siquiera tenía noción de lo que era hacer un
cubo. Eso no era todo, me ponía hacer cuentos dibujando a las alumnas y como si fuera poco, pintaba murales en la pared afuera del Colegio y solo tenía 8 años. Creo que nunca se lo comenté a mis papás si no, estoy segura que se hubieran quejado, pero neta que si abusaban de mi
creatividad que me imponían siempre a la fuerza.
Ni modo, como dice mi amigo
Charlie que como
Spiderman "En mi don llevo la Maldición". Pero bueno, ahorita que ando
inspirada voy a seguirle, antes de que me quede sin
recreo.
Comentarios
jajaja
felicidades Yolospop!!....
Sorry!!! Es que te quedó s´per dupy!
Pero tienes toda la razón, al externarnos tus sentires.
Es lo malo y bueno de ser toda una artista.
Saludos.
Tu "Vecino" de enfrente. (de tu lugar).