HOMENAJE A LA SALA LILA

Por esta única ocasión hago un homenaje a mi sala lila y a todos sus derivados como el morado, lavanda, guinda, etc. etc. porque esta cañón conseguir articulos que convinen, asi que de perdida, este blog lo acompañará unos pocos días.

Ya llevaba casi 5 años con mi decoración de sala blanca que no me lucía por tenerla siempre tapada, y aún asi se me ensuciaba. Estaba un poco arta y un día que andaba desmotivada y triste me levanté y dije: "A la fregada, borrón y cuenta nueva, me renuevo o aqui quedo", asi que fui a Liverpool que como dice el slogan : Ya "Es parte de mi vida".

Viboreando la tienda entre musica departamental de hueva, de repente mis ojos se clavaron y me enamoré de inmediato de una singular sala que me cerró el ojo en el primer momento que nos vimos, asi que no me pude resistir y según yo la vi chiquita e ideal para mi minicasita, asi que le dije que no se fuera, que me aguantara para ir con Carlos a que la conociera. Pasaron como 15 dias y por fin regresé con mi "Chispagel", no la encontraba y pensé que me había traicionado, pero cuando estuve apunto de irme con todo y violines de fondo, nos volvimos a encontrar.

Pensé que Carlos se iba a asustar por el discreto color pero si le gustó, asi que le dijimos ahora juntos a la sala que se esperara un poquito mas, que no se moviera de ahí. Si la sala hablara de seguro nos hubiera gritado; ¡¡Yaa, mucho ranchooo!!. Regresamos una semana después y casualmente los dos ibamos vestidos de morado y lila, nos percatamos porque el muy vibora del vendedor nos hizo esa observación.

Cuando estaba chiquita, no coleccionaba ni muñecos, ni ositos de peluche, coleccionaba todo lo que fuera morado y lila, asi que guardaba borradores, cuadernos, juguetes, calcomanías, chicles de bola y hasta un billete que tenía esos tonos, (que fue el que menos me duró); hasta hize un cuento dibujado que se llamó "Mi príncipe Morado". Luego mas grande como toda voluble geminiana me artó tanto que odié esos colores por largos años, asi que espero que me dure el gustito un buen rato.

Convencí a Carlos diciendole que ahora si la usaría para leer, cuando soltó éste, una carcajada y me dijo que en la vida me había visto leer, pero bueno, ya me verá. Me llevaron la sala y la muy canija me engañó, o yo de plano no se calcular porque esta enorme y creo que se ve mas chica mi casa, pero ni modo. Realizé un cuadro de 1.20 x 1.20 mts. simulando un polaroid enorme, he hice un dibujo de los dos como estabamos vestidos aquel día que nos endeudamos, pero bueno, 6 mesecitos se van de volada (cuando me conviene).

Todavía me faltan algunos detalles y otras cosas las voy a cambiar, pero lo increíble de todo esto es que cuando hago un cambio drástico, me cambia el ánimo para bien y me vuelve a motivar el espacio donde ahora me espera un libro que si espero terminar, perdón, empezar.