EL VIAJE COCOON

Hora de salida: 9:30 de la noche
Hora de llegada: 6 de la mañana.
Hora real de llegada: 10:30 am
Autobus: primera clase
cruel realidad: camión pollero
Destino: Houston Texas

Surgió un viaje relampago e inesperado a Houston. Allá nos esperaba nuestra amiga Gaby que nos compró los boleos para viajar de noche. Nunca habíamos viajado en camión rumbo a E.U. El autobus estaba repleto de viejitos. Todo iba bien, hasta que una señora de edad avanzada, con copete grifo y lentes de botella se levantó y fue con el chofer a quejarse:

"Oiga estan haciendo ruido atras, si me hace favor de callarlos"
-el chofi no la pelo, acto seguido gritó desde su lugar:
"¡¡Que estan haciendo mucho ruido atras!!!"

Minutos mas tarde el camión se descompuso en plena autopista. Eran las 11 de la noche y estabamos en medio de la nada, con la noche mas oscura que una coca-cola en una cueva y cada que pasaba un carro echo madre, el camión se movía. Los nervios empezaban a sentirse, rogando que no nos estamparan por atrás. El chofer ni sus luces, se tardó como 15 largos minutos y no se veía que estaba haciendo, hasta que la misma che- viejita se paró a hablar otra vez en voz alta:

"¡Que esta pasando!, porque no nos dice el chofer que pasa!!!"
"¡esto esta muy sospechoso, nos van a venir a robar!" (y empieza el alboroto de los abuelitos)
"¡Oiga señor! (le dice a un viejito que esta de lado) usted es hombre, bajese y digale el chofer, esto no es normal!!!"

Mi cara y la de Carlos empezó a torcerse con ganas de cachetear a la señora.

mas tarde se subió el chofer y empezó el alboroto de señoras contagiadas por la viejita lider.

"Tenemos derecho a que nos explique"
"porque se bajo sin decirnos nada, que esta ocultando"
-y le remata la viejtita:
"si, no es normal, porque no nos dice"
-el chofer callado

El camión siguió su paso a 40 o 50 lentos km por hora mientras escuché que le comentó a los de adelante que el motor se estaba calentando. Una hora después el chofer se paró en una gasolinería y agarró el microfono saludando primero (como si iniciara apenas su recorrido) para explicarnos que el radiador venía calentandose y que no podía explicar en plena autopista, que tenia que esperar a un lugar seguro.

la viejita interrumpió nuevamente gritando desde su lugar:
"Pues cambienos de camión, porque esto no es normal, que servicio, ¡¡que barbaridad!!"

Llegó el momento de bajarse a las 2 de la mañana con todo y maleta para sacar el permiso para entrar en territorio gringo. Odio que los Americanos que trabajan en esas dependencias te pongan mala cara, y tienen peor empleo que el mió pero se creen muy fregones (¿¿sera porque aún asi ganan mas que yo??)

La noche era larga, muy larga. Llegamos por fin a Laredo y la viejita no perdió oportunidad para bajarse y quejarse nuevamente y al subir siguieron sus quejas:
"oigaaaaa, falta agua para el baño"
"que falta agua, porque no me hace caso"

y volvió a molestar al pobre viejito de al lado:
"Digale que falta agua, usted es hombreeeee, oigaaa"

El viaje con los cocoon ya era insoportabla. Ya que se calmo la noche y los viejitos de aplacaron el de atrás me asustó porque se quejaba gritando y luego suspiraba, algo asi como : aaaaaaayyyy (suspiro) y cada hora hacía lo mismo, quejas combinados con suspiros. Yo solo volteaba de reojo a ver si seguía respirando. No pude dormir nada, mientras veía a la viejita muy tranquila dormida, ganas no me faltaron de ponerle un calcetin en la boca para que no alborotara al viejerío en cuento abriera el ojo.

pasamos por San Antonio y otra vez nos detuvieron para ver nuevamente nuestros pasaportes. Los que se les veía la cara medio de geta, los bajaban para interrogarlos. Por fin llegamos después de 13 horas. Los viejitos se bajaron como si nada y nosotros llegamos molidos. Los viejitos siguen sueltos por ahí asi que:
¡Vealos nuevamente!, vealos bien, si los ve por ahi, si los reconoce, simplemente ...saqueles la vuelta