EN EL BOSQUE, DE LA CHINA, LA CHINITA SE PERDIO...
(Dos almas felices, antes de ser dos almas perdidas) El que vive en Monterrey , sabe que en la ciudad se atraviesa un río muy largo y algo profundo y seco llamado río Santa Catarina . Supongo que hace diez mil años si tenía agua. Ahora está acondicionado con muchísimas canchas de futbol para los aficionados regios que adoran ese deporte, así como un campo de golf, gocarts, y en la orilla un caminito para ciclistas y amantes de la caminata. Ahí Carlos juega futbol los domingos, y yo a veces lo acompaño. En verdad me gusta verlo jugar, pero como es un deporte que no me apasiona, se me hace eteeerno el jueguito, así que en vez de estar aplastadota una hora sin hacer nada, mas que sorprenderme cada que mi viejo se avienta como chango , decidí llevar a conchita-chopo y aprovechar el enorme campo para caminar mientras mi Chispagel detenía los balones. A las once de la mañana le dije adiós a mi jugador y me lleve las llaves del carro y la correa de la conchita, tenía una hora para caminar...