El 10 de septiembre salimos tarde del periódico, estaba lloviendo a cantaros, (nunca he sabido que es un cántaro, se me figura jarritos cayendo del cielo pero bueno, dejemos lo así) . Mi entonces novio Carlos me llevó a mi hermoso depa ubicado en la mera subida del Cerro de la Silla . Él, sencillo y caballeroso, me abrió la puerta de su viejo y fregado Atlantic modelo 85 que tenía en ese entonces, y como pudo, nos dirigimos a mi hogar enfrentando encharcamientos adentro del carro y limpiando cada 5 minutos el vidrio de atras porque no se veía nada. Casi llegando a las alturas donde se encontraba mi depa, el carro ya no pudo subir, porque estaba la calle convertida en pequeñas pero peligrosas cascadas, así que lo dejamos en la entrada de la colonia y subimos a pie. Aparte de vivir en las alturas, mi departamento estaba en el 4to piso, así que teníamos todavía que subir escaleras. Llegamos a salvo y de rato entro una llamada de la mamá de Carlos para decirle que estaba muy inundado
Comentarios
besitos y abrazos...
Gracias por visitar mi blog.. eres la primera mexicana que entra!!! (y eso que soy de mexico!)
Gracias por dejarme tu comentario!
Eres bienvenida a mi casita cuando gustes. Y ahora, con tu permiso, paso a seguir leyendo más de tu blog :)
Besos!
exceso de trabajo o puro pedo? jajajajaja...
un abrazo, comadre!!x)
yo pienso que lo primero es peor..
:p
imaginate en un hospital
seria peligroso tomar el agua equivocada!