EL ARTE DE SABER COMPORTARSE

Hoy me sorprendió mucho Carlos y casi casi me dio una lección.
Generalmente en las mañanas vamos a comprar un licuado muy rico y nutritivo que no nos quita tiempo y que tienen todas las proteínas y energías para empezar el día. Como nos queda de pasada tratamos de llegar antes de ir a trabajar. Por lo general siempre anda por ahí mi suegra y mi cuñada y mucha ñora que de repente me levantan la moral con el "Que bonita esta tu nuera" cuando mi suegra me presume y todas las mamas ganzos me saludan mientras esperamos el desayunito. Carlos me da mucha risa porque le digo que tiene mucho imán con las señoras porque todas lo saludan y él también les sonríe mientras yo solo me paso de largo con mi cara de pocos amigos y sin saludar (hay pura ñora desquehacerada).

Hoy mientras esperábamos el licuado una señora me grito desde su lugar que por favor agarrara una hoja que estaba en la mesa y lo leyera. Yo de por si llevo dias que no ando de humor y no le hice mucho caso pero me insistió, así que agarre la mentada hojita y la empezé a leer mentalmente con Carlos. Mientras lo leía mis ojos ya estaban expresivos mientras la señora con su sonrisa no me quitaba la miraba de encima. La dichosa hoja decía que la mona que prepara el licuado se iba a casar y que estaba invitada a su despedida, que cooperara con 100 pesos y que lo pagara lo antes posible. Mientras lo leía parecía que traía un chicharo integrado en la oreja porque Carlos me dijo muy amable y en voz baja:

"Quita esa cara, no hagas ninguna expresión, leelo tranquilamente, sonrié, guarda la hojita y afuera quéjate lo que quieras porque ya te conozco".

Así lo hice tal cual me dijo, todo despacio, parecía que me estaba dando indicaciones para desactivar una bomba. Cuando guarde la hojita en mi bolsa me dijo: "Andale, muy bien, que te cuesta". Voltié despacio a ver a la señora que efectivamente si me estaba viendo satisfactoriamente y no quitaba su sonrisota.

Él sabe que siempre ando renegando los eventos sociales como los baby o despedidas. Cuando es de una amiga muy querida claro que voy con gusto pero cuando me lo imponen casi a fuerza y por compromiso si me molesta un poco, por eso sabía como reaccionaría.

Pagamos y nos fuimos y ya me dijo afuera que conociéndome ya hubiera puesto mi cara de geta y que no debo de ser así, que no me cuesta nada ser amable. Así que llegue a la conclusión que no debo de ser tan sincera o expresar siempre mis molestias porque la gente nunca me lo va a tomar bien y no gano nada con hacerles mala cara porque no me doy cuenta cuando lo hago. Pero eso si, a la otra que vaya les voy a dejar un papelito en la mesa diciendo que necesito dinero para irme de vacaciones a ver quien de las señoras me vuelve a sonreir igual.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Creeme que esa actitud de mamona a mi se me quito hace poco tiempo,
y ahora aunque yo no coopere para las causas que me valen madre, por ejem una invitación a una despe de una extraña, la gente reacciona mejor ante una negativa suave y conciliadora que a una actitud mamona
Bien por tu esposo....
te mostro que la cortesía y la amabilidad estan ahi, para usarse, y no cuestan nada...
suerte.
Alice ha dicho que…
pues si no tienes nada bueno que decir es mejor no decir nada... a mi tmb me hubiera parecido fuera de lugar la invitacion pq se nota que es p recaudar fondos... hubieras preguntado si despues tmb te iban a invitar a la boda!
Anónimo ha dicho que…
ijole Yol, a mi tmb me cuesta mucho no hacer getas... mucho menos a la gente que no conozco, pero tmb mi novio me ha enseñado cosas asi que yo no me doy tiempo para reflexionar, soy muy transparente en ese aspecto y a veces no se como disimular... que hacemos? a parte si se la baño la ñora...

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