UNA HORA EN UN CAFÉ

Estoy en un cafecito de millennials trabajando y me siento muy distraída y no me puedo concentrar. He de confesar aquí entre nos que no comprendo mucho a algunos (no todos)  millennials. Yo sé que si algún millennials lee esto va acabar conmigo, y no es que esté en contra de algunos, simplemente porque creo que no encaja mi generación con la de ellos, o mejor dicho (para no meter a mi generación) mi persona con ellos. No me voy a otro lugar porque es lo más cercano que tengo mientras espero a que Domy salga del catesismo.

Observo al chavo ni tan chavo que me atiende con una actitud "ME", osea sin expresión alguna. Ni triste, ni con hueva, ni con ánimo, ni con ganas, ni serio, ni feliz, más bien como zombie programado y que mal que lo esté juzgando sin conocerlo, pero no me expresa nada. El lugar pareciera que estoy en una biblioteca porque no hay ruido, solo la música de fondo es la protagonista de este lugar con una mezcla rara entre Rigo Tovar,  Los Ángeles Azules, Mon Laferte, Caifanes en los ochentas, Lana del rey y Los Carpenters revueltos en una licuadora.

Estoy acostumbrada al ritmo, a la amabilidad, al entusiasmo, a la sonrisa, a las ganas con las que se atendía antes y mientras leo lo poco que he escrito me siento como una ruca hablando del pasado y de seguro para ellos si lo soy.

No soporto el bigotito estilo Francisco I Madero y los pantalones apretados y zancones y menos soporto la palabra "vintage". Siento que los 40s, 50s, 60s, 70s, 80s...ya pasaron y no entiendo porqué tienen que revivir esa época que ni vivieron. Tanto silencio me pone tensa y eso que yo amo el silencio.

El café que me sirven tiene un nombre "novedoso" y con mil madres naturales no me sabe rico. Soy tan simplota que me conformo con un nescafé equis que solo tiene café y azúcar, naaaada más. A parte de estar carísimo y fuertísimo me acerqué a ponerle azúcar mosquetera o moscabada, mascabado o sepa la madre cuando el chavo me dijo cero expresivo que si le ponía azúcar tendría un costo extra. ¿Es netaaaaa?.

La taza que más bien parece macetota para el patio me queda muy grande y pienso que con un sorbo es más que suficiente para traer cruda de café más tarde.

El lugar se está llenando de chavos estudiantes, cada vez encajo menos, pero como enfrente de mi hay un ñor (que de seguro es más chico que yo aunque lo vea más grande que yo) no me siento tan mal. Si se va él primero si.

La música me está durmiendo y el entusiasmo nulo del lugar más, estaba cabeceando cuando me despertó el ruido de una silla arrastrada. ¡Que le cuesta levantarla tantito! pensé.

Me voy sin antes decir que nada aquí es personal y me urge irme antes de que termine la siguiente rola gregoriana  que acaba de empezar. Sonrío al caballero de bigotito antigüo, perdón Vintage sin que me devuelva la sonrisa. Ok, ya entendí no soy de aquí.

Cuando me paro y trato de levantar la silla la arrastro sin querer haciendo un ruido peor que al que yo escuché porque la silla está bien pesadota. Ahora comprendo a la persona que lo hizo antes y prometo ya no juzgar y mejor me safo como dice Catón (el cronista de mi ciudad natal) yo no estoy criticando, yo estoy diciendo...nada más...


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿DONDE ESTABAS EL 11 DE SEP DEL 2001?

BUENA SUERTE, SORTEO TEC

COSAS SIGNIFICANTES